Casa Orellana, este restaurante que abrió sus puertas hace año y medio para ofrecer una propuesta castiza y actual de barra de picoteo y casa de comidas, inaugura su segunda sede en la capital.

La carta del nuevo Casa Orellana repite fórmula, permitiendo pedir la mayoría de sus platos en formato de media ración. Esta cocina casera y tradicional es la seña de identidad de esta taberna que propone platos como sus dos versiones de ensaladillas, centollo y atún en escabeche, huevos rotos con carabineros y sus carrilleras guisadas con Don Zoilo, platos reconocidos y firmados por el chef Guillermo Salazar.

El nuevo espacio cuenta con un reservado para ocho personas

Las propuestas se aplían con el mollete de calamares a la andaluza y mayonesa de ajos asados. También llega como novedad en esta ubicación una nueva sección ideal para acompañar los vermuts y cañas fuera del horario de cocina con quesos y embutidos ibéricos, una tabla de quesos españoles seleccionados, jamón ibérico Carrasco y lomo ibérico Carrasco.

Entre los guisos y platos de cuchara se cuelan en ambos locales unas lentejas con chistorra de Navarra a la brasa, perfectas para combatir el frío de la capital. Por su parte, los pescados disfrutan también de incorporaciones como las gambas blancas de Huelva al ajillo, huevos rotos con tartar de atún rojo o los boquerones gordos fritos en mariposa. 

Tal y como ocurre en la sede de Salesas, la carta de bebidas de Casa Orellana ofrece una cuidada selección de vinos por copas, una sección de botellas de edición limitada dentro de los «Los Caprichos de Casa Orellana» y un par de etiquetas propias de Casa Orellana perfectas para acompañar cualquiera de sus platos. Como novedad, el restaurante ofrecerá una selección de etiquetas especiales y acordes a la propuesta gastronómica creada por Cuenllas que hace apenas dos meses abría nuevo local junto a Casa Orellana Salesas.